.Y el último apaga la luz en Coapa

El color de David Faitelson

David Faitelson

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• 2009-04-23•Afición

El América está convertido en un polvorín. El equipo no sabe a lo que juega. Los jugadores están divididos y cansados del sistema que el entrenador utiliza. El entrenador no encuentra la forma de convencer con sus métodos y la directiva está empezando a desesperarse. La eliminación de una nueva Liguilla está, apenas, a la vuelta de la esquina. La barredora funcionara con energía este verano. La renovación que plantea el club incluirá al técnico Jesús Ramírez y podría abarcar desde Guillermo Ochoa y hasta Salvador Cabañas, quienes serian negociados al futbol europeo.

El América invirtió poco más de 18 millones de dólares en reforzar su plantel para este torneo y a cambio, después de “reventar” la era de El Pelado Díaz, está muy cerca de permanecer al margen de su cuarta Liguilla consecutiva. Más allá del partido y de la actitud que mostraron los jugadores en el mismo, a la alta dirigencia americanista no le gusta la manera en que el técnico ha planteado a este América, un América sin el valor, la contundencia, ni la espectacularidad que exigen sus colores. “En estado vegetativo. Ni empeoramos ni mejoramos”, fue una de las reflexiones que se encuentran en el informe directivo a tres fechas del final del campeonato.El presidente Bauer trató de devolverle el ánimo al conjunto después de la caída en Guadalajara buscando que en los últimos tres partidos se logre la ansiada clasificación a la Liguilla. Y el problema es que aún en sus días más complicados el América sabía qué buscaba. Con Manolo Lapuente y Luis Fernando Tena tenían un estilo que a lo mejor no gustaba, pero tenían el estilo. Lo mismo con Brailovsky, Romano o El PeladoDíaz, técnicos con los cuales el equipo sabía qué rumbo llevaba. La barredora se aproxima a Coapa, tal y como lo ha hecho en la última época: rompiendo procesos, desvaneciendo ilusiones y llenando de ceniza un campo que hace no mucho era motivo de gloria y orgullo en el futbol mexicano.