Decenas de salvadoreños acudieron al aeropuerto de San Salvador para 'recibir' a la Selección Nacional Mexicana. "Enfermos, enfermos, enfermos, puercos, hijos de p.. , están llenos de mier…", fueron algunos de los gritos de los aficionados salvadoreños, mientras los jugadores aztecas abandonaban la terminal.
Una caravana con banderas auriazules, compuesta por decenas de automóviles, siguió al autobús del Tricolor en su trayecto al hotel de concentración. Durante dicho traslado, el equipo mexicano sufrió toda clase de ofensas.
"Estamos cerca de esos perros, dale, estamos cerca de esos perros, dale" gritaba José Pineda Espinal, uno de los más enardecidos salvadoreños, quienes rebasaban a alta velocidad el autobús de México para gritarle a los jugadores, a pesar de que tres patrullas de la policía nacional civil escoltaron al equipo mexicano.
Las medidas disciplinarias al interior del equipo son férreas. A su llegada, José María Cárdenas quiso hablar con algunos medios, pero Néstor de la Torre le pidió que dejara de dar entrevistas y le ordenó que se subiera al camión.
A las afueras del hotel Intercontinental, sede del cuadro azteca, se montó un dispositivo de seguridad para impredir que los seguidores salvadoreños se acercaran al lugar. Sin embargo, lo realmente duro se vivió en la terminal aérea, donde un tipo gritaba: "Soy salvadoreño, tengo derecho de gritarle a esos hijos de per…". "Son unos cuches (cerdos), hay que hacernos sentir, defendamos lo nuestro. Hagamos sentir que vienen a El Salvador", decía estridentemente, mientras los seleccionados partían del aeropuerto.
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