02-Ene-2010 a las 08:45:54 AM
El Cruz Azul apuesta a que Giménez, Edcarlos y Biancucchi sean los indicados para guiar al equipo a ganar el título
JUAN JOSÉ CUÉ
La Final perdida ante Monterrey en el Apertura 2009 caló hondo en Cruz Azul. Su directiva entendió que era necesario volver a abrir la billetera con el fin de contratar a los jugadores que le permitan ganar por fin el título, y por ello volvió a realizar una inversión fuerte en la contratación de tres refuerzos que complementen a la base que consiguió tres subcampeonatos en los últimos dos años.
Se estima que el desembolso que realizaron en La Noria es de siete millones de dólares por la compra de los argentinos Christian Giménez y Maximiliano Biancucchi, más la del brasileño Edcarlos Conceiçao. Eso equivale a poco más de la mitad de lo que se gastaron los 18 clubes de Primera División durante las 37 transferencias del Draft y que acumularon más de 155 millones de pesos, cerca de 12 millones de dólares.
El vicepresidente cementero, Alfredo Álvarez, consideró que era necesario ese desembolso si es que quiere pelear verdaderamente por el título.
"No estaremos contentos hasta no cumplir con el objetivo. Después de tantos torneos y de una ilusión y exigencia cada vez mayor que se tiene de la afición, tenemos que salir con todo. De eso tienen que estar concientes la propia directiva, Enrique Meza (el técnico) y todo el plantel.
"Lo veo mucho más completo que el torneo pasado, creo que tiene una base que llegó muy lejos, pero dejamos ir el campeonato en Monterrey por una cantidad de errores y espero que con estos jugadores tengamos bastantes más posibilidades", analizó el directivo.
Aunque los detalles de las transferencias se han mantenido confidenciales, trascendió que para hacerse con los servicios del Chaco, Cruz Azul tuvo que rebajar el precio en que el Pachuca había tasado a uno de sus jugadores más emblemáticos, y los celestes terminaron desembolsando cuatro millones de los billetes verdes.
Para comprar al central amazónico, los celestes acordaron el pago de cerca de dos millones de dólares al Benfica, club dueño de su carta. Mientras que Maxi llegaría con un costo menor, pues se desvinculó del Flamengo, su anterior equipo, y sólo habría que pagar derechos de formación al Sao Paulo.
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