Suena lindo el cielito lindo. El Ricardo Saprissa si tembló, como lo predijeron las barras ticas, pero la victoria mexicana. El triunfo esta noche en San José alcanza un término de heroísmo puro para México que se coloca en plena lucha por la clasificación al Mundial de Sudáfrica.
México se repuso no sólo a la adversidad del campo de juego. También se impuso a un árbitro Neal Brizan digno de la zona, es decir, con yerros de tercer mundo, como el permitir la agresión a Ricardo Osorio, cortar en demasía el juego y perdonar el penalti cometido a Efraín Juárez amén que también fue incapaz de sacarle una roja al Gringo Castro.
Cada partido de México con Cuauhtémoc Blanco debe hacerse un paréntesis para él. El Temo no inició metido totalmente en el juego, pero entendió que el conectarse con el mismo haría la diferencia en el juego y así fue, al menos, para aclarar el camino de la victoria.
Blanco por momentos expresó sus dos caras. La del niño malcriado, berrinchudo, peor también la del talentoso futbolista que con sus pies le pone magia al ataque mexicano. Precisamente del '10' salieron las mejores jugadas ofensivas del primer tiempo. Una para Guille que la cabeceó al portero y una más para Giovani dos Santos que culminó en gol.
La mala nota para Blanco es que recibió injustificadamente una tarjeta amarilla, cuando el que debió haber sido pintado de ese color era Guillermo Franco. Si los directivos mexicanos no apelan, Temo no jugará frente a Honduras.
La de Gio es punto y aparte. Hizo un golazo importante. Se dio el tiempo necesario para sacar un cañonazo que se incrustó pegado al poste del portero costarricense, pero también fue el que ofreció los dos pases a gol que fueron la puntilla a los centroamericanos.
La calca del primer tiempo iba a ser el complemento, pero la diferencia y la cruz tica fueron esos contragolpes magistrales mexicanos El primero, conducido por Efraín Juárez y el segundo por Andrés Guardado, pero en ambos intervino Giovani dos Santos. El potente futbolista cedió para el Guille Franco y el otro para el mismo Guardado para el 3-0 contundente y autoritario del equipo nacional.
México terminó con Sabah en el ataque, que entró de cambio por Cuauhtémoc Blanco, que tuvo una noche inspirada. De esta forma, México pelea en serio la clasificación directa al Mundial y viaja con mucha confianza para enfrentar en casa a Honduras, un partido que es un verdadero choque de trenes.
Mientras, la gente por las calles de San José hace resonar el cielito lindo y vata que si es lindo escucharlo en tierra ajena y con tres goles en su portería. "Ay,ay,ay, ay, canta y no llores…"
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