América En ‘Noche de Brujas’ se impone a los Tecos

ABRAHAM GUERRERO G.ENVIADO
EL UNIVERSAL
SÁBADO 01 DE NOVIEMBRE DE 2008
ABRAHAM.GUERRERO@ELUNIVERSAL.COM.MX
ZAPOPAN.— Ojos de tecolote, nerviosismo de arquero, una playera azul, saliva de un ‘pelado’… El hechizo ha resultado para el América, que ha vuelto a ganar en el Apertura —en plena Noche de Brujas— para evitar el adiós matemático de un torneo que hasta ayer había sido para el olvido.

¿Dulce o travesura? Enrique Esqueda y Rafael Márquez, quienes se han disfrazado de fantasmas la temporada entera, salieron rabiosos a la caza del emplumado rival, único equipo hasta el momento que ha perdido los dos partidos frente a las Águilas en el peor año de su historia. Salvador Cabañas cerraría la cuenta: 3-1.

No es de siempre que los tecolotes acompañan a la mala suerte. Algunas brujas los utilizan para levantar a los muertos en conjuros de la noche. Las viejas sombrerudas de verrugas en la nariz estuvieron sueltas en el 3 de marzo y le hicieron el favorcito a Ramón Díaz, Michel Bauer y el americanismo en general. No hay luna en Zapopan. Ha desaparecido después de la mezcolanza que ha revivido las esperanzas de los azulcrema, quienes se niegan a morir en el torneo.

Ismael Rodríguez pudo adelantar a la visita, fue el primer aviso. Pero el cabezazo del defensor amarillo salió directo a la posición del meta Corona y nada, que cuatro minutos después, Domínguez salió con una travesura en el área defendida por Guillermo Ochoa. Penalti en contra del América. El Pelado Díaz se quería morir en la banca. No encontraba forma alguna para no derramar bilis por una más de las equivocaciones de su compatriota, a quien no hay pócima que le ayude a retomar el buen nivel.

Robert de Pinho fue el encargado de ejecutar desde el manchón. El lance de Ochoa fue al lugar, mas todo resultó inútil. Así ha sido desde hace meses. La anotación cayó en gran momento para los Tecos, que habían perdido al elemento más rapaz del grupo: Rodrigo Ruiz, quien salió con una molestia muscular en el muslo derecho. Enrique Esqueda, disfrazado de fantasma la temporada entera, salió con el premio de la noche.

Federico Insúa sacó un dulce de servicio que se comió Corona en la salida. El atacante americanista se encontró con el balón que milagrosamente terminó en gol (49’). Así es Esqueda, luego fallaría una clara de frente al marco y abanicaría otra más cuando se esperaba un potente disparo a puerta, por lo que sería retirado del campo por el Pelado, entre abucheos de la tribuna, dejando su lugar a Alfredo Moreno; mientras tanto, Miguel Herrera salió con cara de chamuco, incrédulo luego del error de su arquero.

Pero vendrían más; las Águilas ganarían el duelo de aves carroñeras. Y cuando las brujerías parecían no ser suficientes se vino un error del silbante Armando Archundia. El segundo tanto del América se originó precedido de un tiro de esquina que el árbitro no señaló, a disparo de Rafael Medina desviado por la defensa. En esa jugada, Márquez aprovechó para marcar el segundo tanto (87’). Cabañas (90’) cerró la cuenta. El hechizo ha resultado para las Águilas, que aún aletean gracias al conjuro de la Noche de Brujas.