Sin importar que había estado en dos Super Bowls y había ganado uno o que incluso había sido el ganador del Jugador Más Valioso de la NFL y del Super Bowl, el quarterback parecía destinado al olvido.
Tampa Bay, Florida.- Hace cuatro años, Kurt Warner tenía dificultades para encontrar un empleo.
Sin importar que había estado en dos Super Bowls y había ganado uno o que incluso había sido el ganador del Jugador Más Valioso de la NFL y del Super Bowl, el quarterback parecía destinado al olvido.
Había la idea de que estaba desgastado y liquidado, y que su pulcra carrera se encaminaba hacia un fin lleno de ignominia.
Sin embargo, el quarterback, de 37 años, escribió uno de los capítulos más sorprendentes con una temporada que podría asegurarle un lugar en el Salón de la Fama de la NFL, sobre todo si logra llevar a sus Cardenales de Arizona, el otro hazmerreír de la Liga, a vencer este domingo a los Acereros de Pittsburgh.
La historia de Warner está basada en una fe profunda y en un impulso continuo a dar lo mejor de sí mismo como persona y como jugador de futbol estadunidenses.
Warner jugó en la Universidad del Norte de Iowa, pero no fue titular sino hasta su último año. Buscó ser contratado por los Packers de Green Bay, pero rápidamente lo dieron de baja. Así que regresó a Cedar Rapids, donde consiguió un empleo abasteciendo anaqueles en un supermercado.
Su camino hacia la NFL incluyó tres temporadas con los Barnstormers de Iowa en la Liga de Futbol Arena y dos años con los Admirals de Amsterdam, de la NFL Europa.
Antes de la temporada de 1999, Warner era sustituto con los Rams cuando el quarteback Trent Green se lesionó.
En los siguientes tres años, pese a que se perdió cinco partidos por lesión, Warner lanzó pases para 12.612 yardas y 98 touchdowns. Fue la temporada que ganaron el Super Bowl.
Dato
El regreso de Warner a la cima es un tema reiterado en anticipo al Super Bowl, tal como ocurrió hace una década, en la campaña de 1999.
No hay comentarios:
Publicar un comentario