Juan Antonio Dávalos y Jorge Guzmán Torres
El Universal
CIUDAD DE MÉXICO
MIÉRCOLES 14 DE ENERO DE 2009 | 21:08
Existe ya un acuerdo entre la directiva del Puebla y Cuauhtémoc Blanco. Sólo se espera que la FIFA dé el aval para que el atacante del Chicago Fire pueda volver al futbol mexicano.
Decio de María Serrano, secretario general de la Federación Mexicana de Futbol, indicó que se envió un documento al organismo rector del balompié mundial para saber si es viable el registro del ex atacante del Santos Laguna.
Directivos de Puebla se comunicaron ayer a la FMF para saber si el reglamento permite que Cuauhtémoc juegue con tres diferentes equipos en una temporada, que comprende dos torneos cortos en México.
De inmediato, la Secretaría General envió un documento a la FIFA para que valide dicha contratación. Espera una respuesta a más tardar el viernes próximo.
De acuerdo con la FMF, Puebla está en posibilidad de registrar a Blanco, en virtud de que llegaría a suplir a un jugador lesionado.
Dicho elemento se trata de Froilán Hernández, integrante de los Lobos BUAP de la Primera División A, quien sufrió una ruptura de ligamentos de la rodilla derecha.
También es cuestión de que el Chicago Fire, propietario de los derechos federativos de Blanco Bravo, le permita vestir la casaca poblana.
En este sentido, no habría ningún problema, siempre y cuando, los Camoteros paguen el ciento por ciento del salario que percibe el ex seleccionado nacional en la Liga Mayor de Estados Unidos (MLS por sus siglas en inglés), así como lo hizo Santos, que desembolsó 220 mil dólares.
El objetivo es que Cuauhtémoc juegue los próximos tres meses con Puebla, antes de que tenga que integrarse a la pretemporada con el Chicago Fire.
Los registros del Clausura 2009 para los cuadros que no participaron en la Interliga se cerraron la semana pasada, sin embargo, en caso de darse alguna lesión, pueden dar de alta a un sustituto sin importar la fecha.
“La bola está en la cancha de la FIFA, ellos tienen la respuesta y es cuestión de esperar”, finalizó De María.
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