jueves, 4 de septiembre de 2008

INICIA LA NFL

León Felipe Girón
El Universal Jueves 04 de septiembre de 2008 leon.giron@eluniversal.com.mx

La NFL está compuesta de 32 juguetes de piezas intercambiables que nunca pasarán de moda.
El truco para sacarle el mayor provecho consiste en encontrar las piezas adecuadas para cada uno. Nadie tiene la receta perfecta, porque de lo contrario, dejaría de ser divertido. Es por eso que ya no hay dinastías.

Hay quienes compran todas las piezas disponibles con afán de ganar de inmediato. Hay quienes con paciencia esperan una nueva serie de piezas que se están fabricando en las universidades y otros más, simplemente las intercambian con otros compañeros de juego.

Es en la Conferencia Nacional donde los dueños han armado sus rompecabezas para destronar al Juguete del Año de 2007, los Gigantes de Nueva York.

Sus archirrivales, los Vaqueros de Dallas, son uno de ellos, el más peligroso, de hecho.
Jerry Jones había armado, con paciencia para variar, un equipo contendiente desde el año pasado, ahora, un par de aditamentos más impiden que sean pasados por alto.
Un cambio y un fichaje los tienen aspirando a lo más alto. El esquinero Adam (ya no le digan Pacman) Jones, llega a aportar lo que se espera sólo sean jugadas grandes y cero indisciplina.
Y el veterano Zach Thomas, que llega a suplir uno de los pocos puntos débiles de unos Vaqueros cuyo único objetivo es ocupar el lugar de los Gigantes.

Pero primero deberán vencer a los Vikingos de Minnesota, que intercambiaron, compraron y esperaron para armar su equipo que de no rendir grandes frutos esta temporada, más de uno quedará sorprendido.

La defensiva, con el cambio de Jared Allen, se une a Kevin Williams (reclutado hace seis años) y Pat Williams (agente libre hace cuatro años) en una de las mejores defensivas de la NFL.

Del lado ofensivo, los Vikingos sólo deben darle el balón a su estelar corredor de segundo año Adrian Peterson, quien se valdrá de los huecos de una línea comandada por el adquirido hace tres años, Steve Hutchinson, para aplanar todo lo que esté en su camino.

Si el quarterback Tarvaris Jackson no comete muchos errores, Minnesota debe trascender.
Pero como en todo juguete, en el momento que una o varias piezas se pierden, el producto deja de servir, al menos momentáneamente.

Tal es el caso de los Gigantes. Dos de las piezas que los llevaron al título, las alas defensivas Michael Strahan (retiro) y Osi Umenyiora (lesión) no volverán en 2009.

Duro golpe a sus aspiraciones, porque si bien Eli Manning mutó en su hermano Peyton durante los playoffs, no fue él quien limitó a la ofensiva más prolífica de la historia a sólo 14 puntos en el Super Bowl. Fueron Strahan y Umenyiora con talento, corazón, alma y liderazgo.

Ahora, irremediablemente se han perdido y así las aspiraciones de repetir.

Mismo caso para el rival de los Gigantes en la Final de la NFC, los Empacadores de Green Bay, que no sólo perdieron a su mejor jugador, su capitán, su símbolo, el pasador más productivo de todos los tiempos, Brett Favre, por caprichos gerenciales.

Ahora, Favre está en el otro equipo neoyorquino, los Jets, mientras que los Empacadores en una larga lista de interrogantes de cara a la nueva campaña.

¿Podrá Green Bay repetir el éxito de 2007 sin Favre?

Ésa es sólo una de las preguntas que se resolverán a lo largo de 17 semanas.

En la Conferencia Americana, los sospechosos comunes han confeccionado sus juguetes con las piezas adecuadas desde hace algunos años y se mantienen vigentes.

Patriotas de Nueva Inglaterra, Potros de Indianapolis, Cargadores de San Diego y Acereros de Pittsburgh han contado con lo mejor del sector desde hace tiempo y poco ha cambiado a la fecha.

Todos ellos tienen poderosas armas de ataques diversos. Ninguno más intimidante que el de los Patriotas, que debería seguir siendo el juguete más preciado, a menos que su parte más importante, Tom Brady, se lesione.

Los juguetes ya están armados con las mejores piezas disponibles. Llegó la hora de jugar.

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