lunes, 23 de agosto de 2010

"El pípila sí existió" y otras mentiras de la historia de México

http://de10.com.mx/9210.html

Existe un dicho anónimo que señala que "la historia la escriben los vencedores". De ahí se deduce que el pasado de México está conformado por diversos mitos y leyendas que han perdurado hasta nuestros días y se han convertido en parte de las memorias nacionales.




En el libro Mitos de la historia de México: de Hidalgo a Zedillo de Alejandro Rosas, el autor invita a los lectores a descubrir parte de nuestro pasado. En la obra deja a un lado las verdades a medias de los héroes nacionales: personajes señalados como perfectos que combatían por causas justas.



Rosas comenta que estos hombres y mujeres eran seres humanos con inconformidades y defectos, donde las traiciones, el poder y la avaricia se apoderó de algunos de ellos.



Los sitios difusoronline.com, El Universal.com y la revista Quo enlista una serie de mitos de la historia de México. Como la verdadera frase que pronunció el cura Hidalgo al inicio del movimiento de Idependencia.



1. ¿Qué gritó Hidalgo? De acuerdo con uno de los capítulos del edicto de excomunión emitido el 24 de septiembre de 1810 por el obispo electo de Valladolid (hoy Morelia), don Manuel Abad y Queypó, el estandarte de Hidalgo tenía la siguiente inscripción:



"¡VIVA LA RELIGIÓN, VIVA NUESTRA MADRE SANTÍSIMA DE GUADALUPE, VIVA FERNÁNDO VII, VIVA LA AMÉRICA Y MUERA EL MAL GOBIERNO!"



Según este edicto de excomunión que fue publicado el viernes 28 de septiembre de 1810 en la Gaceta extraordinaria de México, número 112, esa frase fue la que pronunció el cura Hidalgo. Ni una palabra más, ni una palabra menos.







2. El origen de la frase "el respeto al derecho ajeno es la paz" y la reivindicación a los indígenas. La realidad demuestra que el ex presidente Benito Juárez no utilizó su origen para que lo trataran de forma especial; en sus discursos no hubo autocomplacencia o conmiseración hacia este grupo social.



Además, su nombre fue inspiración para la familia Mussolini, quien bautizaría a uno de sus hijos con el nombres de "Benito".



Existe una controversia en cuanto a la autoría de la frase: "Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz", pues existen historiadores que se la atribuyen al filósfo alemán Immanuel Kant, que la incluyó, no de manera idéntica, en el libro "La Paz Perpetua".



También se ha dicho que la frase fue tomada por Juárez de escritos del teórico del liberalismo Benjamin Constant de Rebecque (Lausana, 1767-1830).







3. Siempre se dijo que el pueblo mexicano "como un sólo hombre" se levantó en armas contra Porfirio Díaz y contra Victoriano Huerta. Esta afirmación es falsa. La Revolución mexicana fue la suma de distintas rebeliones. Y el periodo más violento fue cuando los revolucionarios se enfrentaron entre sí. Los supuestos héroes que se decía que lucharon juntos y unidos, terminaron asesinándose unos a otros.







4. Aunque la historia oficial ha presentado a Emiliano Zapata como un indio pobre que se levantó en armas, lo cierto es que era un pequeño propietario, dueño de un pedazo de tierra para cultivar.



Tenía sus buenos caballos e incluso, en una ocasión, los ingresos que ganó por una buena cosecha de sandías los empleó para comprarse una botonadura de plata para su traje de charro. Le gustaba la comida francesa y el buen coñac. En el siguiente video se le puede ver, literalmente, siendo entrevistado por algunos periodistas, señaló biografias.es











5. En la figura de Francisco Villa se funden realidad y leyenda: desde un "Robin Hood" a la mexicana, hasta un bárbaro incontenible o un genial estratega. Su revolución fue más allá del bandolerismo. Aunque inculto (aprendió a leer muy tarde), era un hombre simple que conocía bien las miserias de la gente del campo. Creía en el poder redentor de la educación. Fue leal con sus hombres y actuó acorde con sus ideales. También derramó mucha sangre sin el menor remordimiento.







6. ¿Existió en verdad El Pípila? La realidad es que no hay pruebas sobre la existencia de Juan Martínez: los barreteros eran muchos en una región que vivía de la minería y es posible que los jefes insurgentes enviaran a uno de ellos (Juan, Pedro, Antonio...) como carne de cañón. El Pípila representa a esos hombres anónimos sacrificados en la Independencia, indica el dirario elmonitorparral.com







7. Siempre se dijo que los niños héroes eran seis y que uno de ellos se arrojó envuelto en la bandera desde lo alto del Castillo de Chapultepec. Pero la realidad es otra. Si bien seis de ellos murieron el 13 de septiembre de 1847 y ninguno se aventó, más de 50 cadetes también participaron en la defensa contra el ejército norteamericano, uno de ellos, Miguel Miramón, cayó herido en la defensa de la patria, publica elsiglodetorreon.com







8. Existe la creencia equivocada que la letra "I" de Francisco I. Madero corresponde a Indalecio. No existe documento alguno, ni entrevista, ni testimonio que pueda confirmar esto. Hoy no queda lugar a dudas: la I es de Ignacio, según señala su fe de bautismo y el acta de nacimiento. Así fue bautizado por sus padres, ya que eran devotos de San Francisco de Asís y San Ignacio de Loyola, señala cronicasmundosocultos.com







9. Santa Anna, ¿en verdad tan odiado? Le decían el "quince uñas" por su desmedido gusto por el dinero. Pasó de monárquico a republicano, federalista, centralista, dictador y lo mismo pero de regreso. Ganó y perdió importantes batallas, malvendió territorio mexicano...pero tenía un gran carisma y el ejército lo respetaba. Las veces que ocupó la presidencia fueron con el consentimiento de sus compatriotas, que lo mismo lo apreciaban que lo atacaban, señala el sitio biografíasyvidas.com







10. ¿La Malinche, sólo fue una amante? Nació posiblemente en Coatzacoalcos, quizá en la clase alta de la sociedad mexica. Su nombre tal vez fue Malitzin y terminó en Malinche. Su nombre cristiano fue Marina, la de Cortés, por su relación con Hernán con quien tuvo un hijo: Martín.



Hablaba náhuatl-maya y eventualmente castellano. Asesoró a los españoles sobre las costumbres sociales y militares de los nativos, y posiblemente realizó también tareas de lo que hoy llamaríamos "inteligencia" y "diplomacia", jugando un papel importante durante la primera parte de la conquista.



Su papel fue fundamental para el proceso de conquista, pues sirvió como traductora de los españoles. De todos modos la Malinche representa la otra conquista: la del mestizaje.











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